Vestidos de noche: ¡viva la elegancia!
Lo dice el protocolo: en bodas de tarde los vestidos deben ser más largos que de día, y en el caso de las bodas de noche o en un lugar cerrado pueden ser directamente largos. Claro, que aquí es donde entra el sentido común: ¿y si vamos a una boda de día no podemos llevar un vestido largo? Pues igual sí, sobre todo si es al aire libre. Como decimos, todo es el sentido común: además de la madrina, en las bodas de primavera y verano lo lógico es ver a muchas invitadas con monos y vestidos hasta los pies… pero de colores claros y alegres. Si, en cambio, la boda es de noche, es cuando llega el momento de sacar la artillería pesada de la elegancia: vestidos largos hasta los pies de colores oscuros, rojos, cargados de pedrería o con encaje, de raso o de tul, cortes y tejidos… las posibilidades que ofrecen los vestidos de noche son muy amplias:
Como veis, hay todo un mundo de posibilidades para elegir, más elegantes o más naturales, con tejidos vaporosos y en tonos claros para el buen tiempo o más tupidos y cargados de pedrería para el tiempo frío. No nos creemos que no haya más de uno que os enamore :)
Imágenes vía Pinterest